El “Evento X”


Estimado lector, permítame presentarle el siguiente e hipotético escenario:

Por alguna e imaginaria causa, la cual denominaré “evento X”, el Perú se convierte en el último territorio del planeta con seres humanos. Los recursos naturales y ecología están intactos. Pero al mismo tiempo, este “evento X”, nos impide dejar el territorio demarcado por las actuales fronteras. Es una especie de muro que nos obliga a quedarnos dentro. Es decir, debemos valernos solo por lo que el territorio del Perú ofrece.

¿ Los peruanos, seríamos capaces de sobrevivir por nuestros propios medios y perpetuar la especie humana?

Primeramente, el aire no ha sufrido cambios, entonces la vida está asegurada. Al no alterarse los ciclos ecológicos, el agua seguirá fluyendo por ríos y lagos, lista para ser consumida. Al cesar las importaciones se produce una inicial escasez de ciertos alimentos como el trigo, la carne de res, el caviar ruso, los Kornflakes, el sauerkraut, la cerveza inglesa y el Johnny Walker etiqueta azul. Será catastrófico para ciertos organismos, pero absolutamente irrelevantes para la mayoría. La naturaleza tomará su curso y las especies menos adaptables sucumbirán ante la crisis. Luego de un breve tiempo, la lógica del mercado impulsará el cultivo de especies alimenticias autóctonas y naturalmente adaptadas en reemplazo (temporal) de las industriales (caña de azúcar, etc.) Se consumirá mas papa, olluco, camote, alpaca, pescado, yuca, etc. Es pocas palabras no moriremos de hambre, asegurando la supervivencia de la especie. El transporte sufrirá reveses. Los nuevos automóviles de hoy, al envejecer, irán saliendo de circulación. La escasez de combustible no esencial, impedirá el desperdicio al que estamos acostumbrados. En las urbes, los automóviles serán reemplazados por otros medios de locomoción como las bicicletas (como sucedió en China hasta hace pocos años) Solo se verá circular vehículos de servicios público (transporte, ambulancias, bomberos, etc) y el de alguno u otro particular que pueda agenciarse repuestos y gasolina (como ocurre en Cuba el día de hoy que sufre una situación similar al “evento X” pero que se denomina bloqueo comercial a un territorio pobre en recursos)

La sociedad sufrirá una transformación. Los mejor adaptados y acostumbrados a la escasez, es decir los más pobres, irónicamente podrían sobrevivir con mayor facilidad. Los privilegiados de hoy sufrirán con mayor fuerza las carencias. No podrán mantener los privilegios por la fuerza ya que significaría la condena como grupo. El grupo más numeroso saldría victorioso en caso de conflicto. Habrá que evitar los conflictos para asegurar la supervivencia. La oportunidad de la especie estará basada en la adaptación, la renuncia a privilegios, el cambio de hábitos y la tolerancia. Esta nueva sociedad podría ser muy diferente a la que conocemos hoy en día. La suntuosidad y el consumismo que rige nuestra existencia desaparecerá en poco tiempo al no poder ser renovada y/o rápidamente reemplazada. Adiós a, artículos electrónicos, automóviles sofisticados, repuestos para ciertas industrias, plásticos y basura mercantil. Inclusive, los equipos de la televisión irán fallando hasta que no funcionen (¿la extrañaremos?).


Debido a que el “evento X” no ha alterado las facultades mentales y el potencial cognitivo de la población, la recuperación industrial y tecnológica será solo cuestión de tiempo. Poco a poco se perfeccionarían las técnicas metalúrgicas, ya que tenemos en minerales abundancia. Se fomentaría el abastecimiento de combustibles de más simple transformación como el gas natural y la energía hidroeléctrica y eólica. La industria irá perfeccionando la fabricación de nuevos equipos. La medicina impulsará la producción de medicamentos y el desarrollo científico de nuevas drogas y equipos. Tendría que surgir una industria de semiconductores con la finalidad de emplear el conocimiento de la electrónica para el impulso de las comunicaciones y la informática.

Empezaríamos a valorar el conocimiento. La ausencia de tecnología y capitales foráneos producirá un vacío tecnológico que habrá de ser reemplazado en cierto tiempo. Aquellos peruanos que se formaron profesionalmente antes del “evento X”, deberán compartir su valioso conocimiento con las nuevas generaciones, perpetuándolo y multiplicándolo. La investigación científica será de absoluta necesidad de supervivencia y camino al perfeccionamiento como sociedad. La base tecnológica industrial y militar podrá emplearse enteramente para ayudar a la nueva humanidad.

En resumen, el “evento X” nos demuestra que al Perú los recursos no le faltan y la supervivencia y el auto sostenimiento serían teóricamente posibles (condición potencial)

Otras naciones, sin necesidad del “evento X” han transitado por estadios de desarrollo similares a los descritos. Cuando era niño recuerdo que la calidad de los productos japoneses dejaban mucho que desear. En solo 40 años el mundo ya no puede vivir sin ellos. Lo mismo sucedió y sucede en Estados Unidos, Corea, Israel, Rusia, China, y en la Europa industrial con recursos compartidos que impulsó la aparición del capitalismo. Pero el Perú tiene casi todo ya que lo único escaso es la confianza en nosotros mismos.

Si tenemos de todo lo necesario para desarrollarnos (potencial) ¿por qué insistimos en confiar nuestro futuro a las organizaciones, los capitales y las corporaciones extranjeras?

Por que es fácil. Es fácil pedirle a otros que extraigan los recursos, que los transporten, que los transformen y que los devuelvan como productos finales. Es fácil pedirle a otros que construyan las tiendas para vendernos estos productos. Es fácil dejar en manos de otros el otorgamiento de créditos a elevadísimos intereses para que los peruano vivan endeudados. Es fácil pretender dirigir una nación dejando a otros que decidan e impongan su voluntad y objetivos particulares. Este modelo se reviste de eufemismos como “libre mercado”, “inversiones extranjeras”, “PBI”, “crecimiento”, “desarrollo”, palabras y frases bonitas que ocultan la incapacidad creativa y el valor para asumir riesgos del grupo dominante de la sociedad peruana. El grupo dominante prefiere negociar contratos lesivos a los intereses nacionales, recibir las dádivas que le aseguren empleo fijo en estas corporaciones foráneas, ser los fieles instrumentos para dominio financiero internacional y mantener a la nación en la pobre condición de proveedores de recursos naturales, literalmente simples picapiedras. Es una condición de esclavitud mental y moral. Lo contrario se denomina libertad.
La Libertad implica sacrificios en pos de un beneficio ulterior, posiblemente para otras generaciones. Libertad de luchar por adaptar las reglas del mercado internacional para nuestro beneficio. Libertad de crear las universidades que impulsen el conocimiento creativo para que sea aprovechado por las nuevas y antiguas empresas que hoy luchan por competir. Libertad de aceptar el diálogo abierto de toda la sociedad, reconociendo la inviabilidad de mantener las infranqueables diferencias sociales y económicas que cada vez nos dividen más. Algunas veces los esclavos le temían a la libertad por que implicaba valerse por ellos mismos. La libertad es dura, implica peligros y cometer errores, pero serán nuestros errores. Los mismos errores que las naciones desarrolladas cometieron en su momento y produjeron experiencia, conocimiento y sabiduría. La era del conocimiento nos protege, en gran medida, de cometer los mismos errores mediante el aprendizaje. La libertad implica la necesidad de competir en igualdad de condiciones dentro y fuera de nuestro territorio. La libertad implica enfrentar la posibilidad de perder privilegios o ganar otros. Pero esto no será posible hasta que el actual Estado no se transforme. Dejar de ser un instrumento de dominación y parasitismo, para convertirse en el ente regulador y promotor del que tanto se habla y tanto se necesita.

Análogo a las leyes físicas, el potencial de una Nación implica una condición de inmovilidad. La liberación (libertad) de la energía producirá el impulso necesario para mover a la sociedad en conjunto (condición cinética) Esto produce trabajo y es mesurable en término de potencia. Por eso hablamos de las “grandes potencias”. En ellas se ha liberado la energía social total y no solo una pequeña parte de su masa (grupo dominante) He aquí una diferencia sustancial en las diversas condiciones del desarrollo. Avanzamos todos juntos, mayor potencia. Una pequeña elite, poca potencia.

Posiblemente estamos en el mejor momento para iniciar una transformación pacífica, libre de ideologías y ampliamente representada (nunca conseguida hasta el momento) Deberá cesar el enfrentamiento y organizar pronto lo que podría denominarse “La Gran Cumbre Peruana”, con el mismo tesón e interés demostrado para las cumbres internacionales o las cumbres alternativas; Pero con libertad, verdadera democracia y diálogo sincero. Espero que de alguna forma el “evento X” nos ayude a encontrar la confianza necesaria para buscarlo.

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