IVAN IZQUIERDO ELLIOT

Lima no es el destino ideal de la astrofotografía, sin embargo, hay días que nos regala cielos excepcionales (aunque lumínicamente contaminados). El martes 26 de mayo fue uno de esos raros días. Aproveché para probar tomas de espacio profundo y de 5 segundos de exposición con lente de 600mm, tiempo máximo antes que se empiece a notar el corrimiento de las estrellas debido a la rotación terrestre. Ese efecto se observa en las siguientes exposiciones de 5 minutos. Dirigí la cámara hacia el hemisferio celeste sur, a unos 25° de declinación y a unos 220° de rumbo (no exacto) , justamente en el intento de hallar visualmente el sur celeste. Al parecer faltó dirigir la cámara unos grados más al sur (paneo izquierda) y unos -10° declinación. El logro es poder haber captado algunas estrellas. A simple vista el brillo de la ciudad imposibilita la observación de estrellas tan cerca del horizonte. La próxima vez tendré más éxito y espero poder dirigirme al malecón junto al mar para evitar el brill

Hace unos días atrás obtuve estas astrofotografías y las he revelado en DSS.  

Esta pandemia me ha dado la oportunidad de mirar al cielo con más frecuencia. Lima no posee un cielo apropiado para observaciones astronómicas, sin embargo, marzo y abril nos han regalado un cielo bastante despejado, libre de contaminación, pero no de luminosidad. Debe tener un cielo categoría 9 en la escala de Bortle debido a la polución lumínica de toda gran ciudad. Así todo, tomé el equipo fotográfico existente (lente Tamron de 150-600 mm y EOS 90D) lo cual da una magnificación bastante adecuada para objetos mayores. Estas fotografías han sido obtenidas sin la ayuda de un "compensador del movimiento terrestre" o tracker en inglés.  El procesamiento se ha realizado en DSS (Deep Sky Stacker) y en Digikam Reconozco que el resultado está muy lejos de ser óptimo, sin embargo, este archivo me servirá para poder hacer seguimiento de la evolución de mis técnicas. Pleyades Algo de la Vía Láctea Crux Crux (Cruz del Sur) Hemisferio Sur Celeste Cielo de abril Nebulosa de Orión

Un poco en broma, un poco en serio, desde hace un par de años decidí recrear la ofrenda a los dioses inspirado en la celebración del Hagmanay en Edimburgo (Escocia año nuevo del 2016-17). Las antiguas raíces pictas y celtas se unen con tradiciones vikingas producto de la inevitable inculturación de la guerra en una celebración precedida por un fabuloso desfile de antorchas y la quema simbólica del drakar (bote vikingo) en la cima del monte. El desfile de antorchas fue muy largo de manera que mi esposa y yo jamás llegamos a ver el momento exacto de la quema del drakar, y el ofrecimiento al panteón nórdico, pero la idea era atractiva por lo que me traje la idea al Perú.  El año 2018 fue particularmente desagradable ya que perdí a mi padre. Sería injusto decir que fue un mal año ya que todos los años suceden cosas buenas y malas. Simplemente recordamos al año en general. Debido a esta tristeza decidí replicar el Hagmanay escocés, pero en miniatura. Para ser la primera vez q

¿Qué pueden tener de interesantes un par de tijeras de podar? Mi esposa se quejó de sus tijeras de podar - ya no cortan ni mantequilla - sentenció. Eso significó que la tarea de rescate recaería bajo mi responsabilidad. Una de mis habilidades es, tener múltiples habilidades. Me gusta armar y desarmar cosas, intentar arreglarlas y mantenerlas. Es una habilidad inculcada por mi padre. Se retiró prematuramente de la Fuerza Aérea y volcó su interés a cultivar habilidades como la carpintería. Venía de una familia con tradición de ebanistas aficionados y otros más serios. Crecí en un hogar que siempre tuvo un taller a la mano, pequeñas y no muy ordenadas áreas en las que mi padre fue juntando sus herramientas, madera, materiales y mucha dedicación. Yo me pasaba muchas horas jugando (y posiblemente malogrando) incontables pies de madera, litros de pegamento y toneladas de clavitos. Crecí sin miedo ni prejuicio sobre el trabajo manual y honesto. Dar forma y crear artículos de madera me es

Podría haber sido durante mi octava navidad en este mundo, si, alrededor de 1972 hace 48 años. Este mozalbete inquieto, juguetón y curioso recibió un regalo que jamás olvidaría. Allí bajo el árbol de navidad de la casa familiar estaba esta gran caja. A esa edad me parecía un bulto gigantesco, de esos que permiten que la imaginación de un niño vuele con la expectativa. Seguramente que abrí el paquete con emoción, curiosidad, premura y sin cuidado (que es la forma en la que se deben abrir los regalos que vienen del corazón)… allí estaba, el ingenio óptico de la famosa marca "Sears", la fabulosa tienda de ilusiones y deseos. ¡Un telescopio! no podía creerlo. ¡Mis queridos padres me habían regalado un telescopio! Aquel regalo debió haber significado un real esfuerzo económico para ellos, ya que la escasez siempre acompañó aquellos años de mi niñez. Recuerdo que por aquella época (y hasta el día de hoy) el cosmos ha ejercido una fascinación extrema en mi intelecto. Mi padre f

Una brújula de plástico parecería ser un regalo humilde y hasta mezquino. Sin embargo, es uno de los regalos más útiles y hermosos que he recibido. El querido amigo que me lo regaló, lo trajo desde la Unión Soviética allá por los ochentas del siglo XX. Fue algún año de los años 90 cuando me lo entregó como regalo por mi natalicio, en una época que organizábamos muchos campamentos, actividad que siempre he disfrutado mucho. Hoy en día utilizo mi brújula cada vez que hay oportunidad. El pequeño regalo amarillo sigue cumpliendo con su misión de señalar al norte con precisión.

El inusualmente despejado cielo de Lima - sin embargo, con mucha contaminación lumínica - viene dándome adecuadas oportunidades para seguir practicando la astrofotografía. En la madrugada de hoy se pudo observar una alineamiento de la Luna, Saturno y júpiter. Esta otra toma es un ejercicio para obtener imágenes del espacio profundo (Deep Space)