LA PRIMERA ÓRBITA DEL SER HUMANO
Hace cincuenta años, el ser humano observó por vez primera la Tierra desde el espacio. La guerra fría había producido una carrera espacial y tecnológica sin precedentes. Las naciones luchaban por obtener la supremacía de sus respectivos sistemas políticos. La Unión Soviética logró enviar al comandante de la fuerza aérea Yuri Gagarin en un histórico viaje de apenas 108 minutos.
Sin embargo, este logro de la guerra fría produjo dos efectos poco conocidos. Primero, el cosmonauta Yuri Gagarin se convirtió en un héroe internacional, celebrado cada 12 de abril en centenares de fiestas alrededor del mundo, “orbitándolo” con un fraternal abrazo entre quienes recuerdan la humana hazaña. Segundo, los viajeros espaciales fueron confrontados con un mundo sin fronteras, solo visibles en los fríos mapas de los colegios y oficinas de gobierno. No es casualidad que los astronautas fueran los primeros en cuestionar la enemistad entre los pueblos; desde el espacio, la Tierra es una continuidad de territorio que cobra otro significado, y origina una filosofía totalmente diferente.
El legado de Yuri Gagarin perdura en cada vuelo, en cada transbordador, en la Estación Espacial Internacional, en cada satélite que contribuye al desarrollo pacífico de las naciones. El viaje al cosmos es una realidad y la frontera que depara las aventuras de exploración del futuro. El vuelo de Gagarin es humilde comparado con los avances en la exploración espacial, pero fue el primero, el más significativo y el más arriesgado.
El piloto militar Yuri Gagarin es el indiscutible héroe de la humanidad.
Este link ofrece una película especialmente producida para conmemorar los 50 años de la hazaña de Yuri Gagarin.
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