DEBATE PRESIDENCIAL: EL MOMENTO DE LAS ESTRATEGIAS

Iván Izquierdo

4 de abril del 2011

Que cada persona interpretará los resultados del último debate presidencial es indiscutible, pero pretender soslayar los hechos relevantes del debate y los heridos que este producirá es una necedad.

La prensa corporativa y los comentaristas políticos “independientes” están haciendo lo imposible para disminuir la importancia del debate presidencial en el que su favorito, Alejandro Toledo ha terminado con inocultables magulladuras junto con su compañero ideológico Pedro Pablo Kuczynski.

debate presidencial

EL POTENTE GOLPE DE CASTAÑEDA

El candidato Luis Castañeda ha demostrado tener agilidad y sagacidad política. La pregunta lanzada a Kuczynski acerca de la disminución de las vacaciones laborales alcanzó a Toledo. Kuczynski rápidamente deslindó cualquier responsabilidad sobre la ley 28015 desviando la responsabilidad hacia un Toledo que se mostró molesto y agresivo (además el moderador tuvo que pedir silencio ya que los prosélitos del cabano reaccionaron acaloradamente). “Mr. Kuczynski no se sacuda Ud. Ahora” replicó Toledo con la intención de perjudicar a su viejo colaborador. Antes ya se habían enfrentado por el número de empleos ofrecidos por la demagogia de ambos.

La ley, promulgada por Alejando Toledo, recorta el derecho de los trabajadores de tener vacaciones de 30 días a unas de 15 días (Ley 28015 Art. 48) y fue firmada siendo presidente la PCM nada menos que Beatriz Merino.

Kuczynski muestra los signos de la senectud cuando no pudo hablar por casi medio minuto por un repentino ataque de tos y flema. Toledo no sale del pequeño cuadro ideológico unipolar y neoliberal aunque intentó atacar a sus contrincantes sin mucho éxito. Ambos candidatos de la ultraderecha cargan con el sambenito de sus respectivos cargos públicos y lo poco que hicieron por el Perú, argumento aprovechado por sus contrincantes.

LA FLEXIBILIDAD DE CASTAÑEDA

El ex alcalde de Lima ha demostrado talento y habilidad política. Su baja popularidad en provincias es un hándicap que aun debe superar quizá en la próxima elección, a menos que el electorado le devuelva la confianza durante la votación de este domingo.

LAS ESTRATEGIAS MÁS AUDACES

Ollanta Humala ha desarrollado una estrategia de triangulación política que le permite desplazarse hacia el centro. Adoptando la agenda de la ultra derecha, el comandante ha logrado un acercamiento a grupos industriales y comerciales nacionales (cuyos intereses no son iguales que el de las fuerzas financieras y los grupos explotadores foráneos), a la Iglesia conservadora del obispo Juan Luis Cipriani, además de haber suavizado el discurso general, pero sin abandonar la agenda nacionalista. Durante los últimos seis años, el político Humala ha evolucionado y los frutos de sus estudios en ciencias políticas y un equipo de campaña conformado por prominentes intelectuales, parecen estar rindiendo frutos. Si logra conectarse con la clase media inconforme podría soportar la brutal guerra sucia con que la prensa corporativa lo atacará durante una eventual segunda vuelta.

Keiko Fujimori ha demostrado que la decencia, las buenas maneras y la moderación aun tienen lugar en la política. Es la candidata con la posición más sólida ya que no ha variado mucho en las preferencias generales. Lo que necesita ahora es un impulso de último momento que le permita consolidarse para la segunda vuelta. Sus asesores parecen haber comprendido esto y han realizado una movida audaz que, parece haber pasado desapercibida (o no desean comentarla) en la prensa corporativa. Si bien fue constantemente atacada por Toledo, quien pretendió en todo momento asociarla con su padre, Fujimori se mantuvo incólume y centrada en las propuestas de su partido.

Durante el mensaje final Fujimori realizó una de las más audaces movidas de esta contienda electoral que consistió en dos fases diferenciadas, “Sr. Castañeda Ud. Ha sido un buen alcalde pero no basta conocer Lima para entender los problemas a nivel nacional” El reconocimiento a la indiscutible gestión de Luis Castañeda en la alcaldía es un acto de hidalguía que podría conmover a los seguidores del ex alcalde durante una segunda vuelta, pero con la precaución de marcar distancia e indicar que Lima no es el Perú. A continuación dijo “Sr. Humala Ud. Hace propuestas en las que coincidimos, sin embargo la gran diferencia está en cómo ejecutarlas”. No es claro en cuales ideas coinciden aparte de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, pero esta magistral movida hacia la izquierda también forma parte de una maniobra de triangulación política, opuesta a la de Humala.

Si el electorado hace caso de su instinto y oídos sordos a la prensa corporativa, es probable que el domingo 10, Humala y Fujimori acusen un incremento en su masa electoral, suficiente para pasar con seguridad a la segunda vuelta electoral, para el infarto de la ultraderecha nacional y el llanto del intolerante Nobel peruano.

Triangulación política: Es la estrategia que permite colocarse por encima de la confrontación, incorporar las mejores propuestas de las partes y delinear un tercer camino para lidiar con los problemas. Es trabajar en la solución de los problemas que motivan a los votantes del otro bando, a fin de debilitarlos políticamente.

Principios de la triangulación:

1. Solucionar los problemas del otro bando.

2. Utilizar soluciones de ambos partidos al hacerlo.

3. Mantener la atención sobre los temas de la propia agenda.

Morris Dick. Los Juegos del Poder. Editorial El Ateneo.

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