PREMIERATO DE PROVOCACIÓN
La presidencia de José Pedro
Castillo empieza con un acto de provocación al nombrar presidente del Consejo
de ministros a un sujeto controversial, Guido Bellido. Admirador de la
senderista Edith Lagos, admirador del dictador Fidel Castro, colaborador
cercano del sentenciado Vladimir Cerrón, e investigado por apología del
terrorismo. Castillo no podría haber escogido peor candidato a la PCM (a
excepción de Guillermo Bermejo, otro potencial candidato).
¿Cuál es la probable razón del
presidente Castillo para seleccionar a un personaje que despertará críticas y
potencial rechazo político como presidente del Consejo de ministros? Probablemente:
provocación.
El partido Morado ha sido el
primero en rechazar la designación de Bellido, invocando al Congreso a no darle
el voto de confianza al nuevo gabinete, acto que debe ocurrir a mas tardar en
un mes. Es probable que el resto de las bancadas de oposición opten por el
mismo camino. De rechazarse la investidura, Castillo deberá presentar un nuevo
gabinete que podría ser igual de controversial, si la intención es esa. Ante un
potencial segundo rechazo, el Congreso quedaría a merced del Ejecutivo y podría
ser disuelto según el artículo 134° de la constitución.
La única salida del nuevo
Congreso ante este potencial impasse sería la destitución del presidente
por incapacidad moral según el artículo 113°, como tantas veces ha sido
invocado.
La historia del Perú da vueltas
en círculo.
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