ELECCIONES EN CHILE: Las implicancias regionales de un evento nacional
Por: Iván Izquierdo Elliot
17/01/2010
Las elecciones presidenciales en Chile poseen un significado que trasciende las fronteras del país austral. El enfrentamiento entre el candidato de la concertación Frei (progresista) y el candidato Piñera (neoliberal) no solo definirá el futuro de Chile, sino que moverá las fichas del tablero político sudamericano.
La posición internacional de Chile durante la gestión de Michelle Bachelet (progresista) no solo ha mejorado las relaciones de Chile en el hemisferio y el mundo. El liderazgo de Bachelet fue un efectivo freno a los avances de la clase dominante (neoliberales por antonomasia) en Bolivia y un aviso al resto de las poderosas fuerzas conservadoras del continente.
El golpe de estado de Pinochet en 1973 abrió el camino para el primer experimento neoliberal en el mundo y el salvataje de la clase dominante chilena (Harvey 2005) que hoy intenta regresar al poder a través del ícono empresarial, Sebastián Piñera. El experimento del Milton Friedman (amigo personal de Pinochet) y los “chicago boys” en Chile llegó a un abrupto final en la década de los ochenta luego del fracaso neoliberal que sumió a Chile en una profunda crisis. Ante esto surgió el liderazgo de la concertación progresista que ha conducido a Chile por la senda del desarrollo sostenido, acción reconocida internacionalmente.
Sudamérica: muchos progresistas y solo dos conservadores.
En el mapa político sudamericano es fácil definir qué países han reforzado la influencia de las clases dominantes y su dominio sobre la economía y los recursos, Colombia y Perú. De una u otra manera en el resto del continente se está gestando importantes cambios en el status quo y la composición social y económica de las naciones.
La destrucción de las élites significa un problema mayor para las empresas extractoras de recursos naturales (y a los gobiernos que las protegen) ya que pierden a sus aliados locales en la entrega de los valiosos y escasos recursos. Es más fácil corromper a un pequeño grupo de familias elite que a un gobierno influenciado por las comunidades indígenas o de base democrática popular. Ni que decir de las ventajas obtenidas por los capitales especulativos en detrimento de las ganancias de los países de la región.
La visita de Piñera y el rol peruano
El presidente del Perú y la clase política peruana recibieron hace un par de años al candidato Piñera que buscaba un extraño apoyo en tierras del norte. ¿De qué se trataba esta visita y qué clase de apoyo puede encontrar un candidato a la presidencia de Chile? Luego de la visita de Piñera, el gobierno de Alan García y las destempladas manifestaciones de cancilleres, ex cancilleres y ex generales, llevaron las relaciones con Chile a uno de sus niveles más bajos desde la “crisis de 1975”, produciendo una desestabilización con el gobierno de Bachelet, favoreciendo al candidato de la derecha. En los debates presidenciales previos a la elección chilena el tema “Perú” ha sido de suma importancia y un claro indicativo que los ciudadanos chilenos prefieren una convivencia pacífica con el Perú.
Esto demuestra que una vez más, el rol del presidente García ha sido el de crear situaciones de enfrentamiento en contra de las fuerzas progresistas, en vez de aplicar una política internacional de entendimiento como lo hacen las naciones civilizadas, hecho reforzado con el “espaldarazo” político que el intelectual de derecha, Vargas Llosa, ha dado a Piñera.
El efecto en Chile
Los chilenos son dueños de su futuro y las elecciones del día de hoy lo definirán. Pueden escoger entre una concertación progresista de izquierda, que si bien ha perdido fuerza debido a los complicados eventos económicos internacionales, no se le puede negar el mérito de haber colocado en la presidencia a indiscutibles líderes de nivel mundial como Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, que dejaron y dejan la presidencia con niveles de aceptación record en el mundo.
Puede que esta vez le den el voto de confianza al candidato Piñera cuyo lema por el cambio parece haber convencido a los inexpertos jóvenes, tal como lo hizo Alan García en el Perú.
Si Piñera sale victorioso de esta lid electoral solo puedo recomendarle a los chilenos que miren al Perú al detalle. El supuesto “crecimiento” económico del Perú no es para todos los peruanos y la libertad política ha sido secuestrada por la política de la banalidad y el escándalo. Esto es parte del efecto perverso del neoliberalismo que alguna vez fue experimento en vuestra patria y que hoy pugna por no perder su influencia en América Latina.
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