PROHIBIDO PENSAR
El Fundamentalismo Capitalista Totalitario
Existen aspectos del diario vivir que son poco ventilados por los medios de comunicación. Por ejemplo, los “especialistas” de la economía, al referirse a temas claves para el ciudadano común y corriente, como el poder adquisitivo, el alza del costo de vida (en términos reales y comparativos) o los sueldos reales, emplean complicados eufemismos que poco o nada permiten al oyente interpretar su situación. Pero el lenguaje político cada vez es más claro “estamos muy bien” repiten continuamente ciertos líderes; sin embargo el peruano promedio no puede explicarse el porqué suben los precios y come menos.
Para comenzar, le planteo algunas preguntas que Ud. Podrá responderse fácilmente y nos permitirá ir explorando la realidad:
- ¿Cuántas veces al día piensa en el dinero?
- ¿Recuerda su situación económica el día que celebró el nuevo milenio (2000)?
- ¿El día de hoy su situación económica es mejor o peor que hace ocho años?
- ¿Hoy trabaja más o menos que hace ocho años?
- ¿Hoy puede gastar más que hace ocho años en bienes y servicios no esenciales o superfluos?
- En pocas palabras: ¿su nivel de vida aumentó o disminuyó?
Deténgase y piense en sus respuestas. Posiblemente Ud. Desee remontarse un poco más atrás en el tiempo y eso está bien (por favor no se deprima)
Si no me equivoco, es probable que Ud. no se haya planteado estas interrogantes desde hace algún tiempo (sin intención de subestimarlo), pero siente que hay una permanente preocupación por su situación económica y la constante preocupación por ganar más dinero... si es así, no se sienta mal. El “sistema” ha logrado su objetivo y Ud. ha sido víctima de un capitalismo depredador.
Los medios de comunicación han ido reemplazando a los foros públicos (la Refeudelización de la esfera pública como diría J. Habermas) como el único lugar de discusión de los asuntos concernientes a la sociedad. En los noticieros y programas “políticos” la entrevista se ha degradado a un mero ejercicio privado y casi unidireccional entre el conductor y el invitado, en clave monocromática, exenta de discusión y crítica, por consiguiente de ideas. Batallones de “especialistas” de las mismas universidades e instituciones de supuesto prestigio, se turnan en la TV, la radio y periódicos, para profetizar el grandioso futuro de la economía nacional -que hoy día es incierto y jamás pudieron prever- son entrevistados por caras bonitas que formulan preguntas casi banales, repitiendo frases vacías y ensayando muecas de indignación cuando algún entrevistado incómodo se sale del libreto. Por supuesto que existen ilustres excepciones que intentan realizar un ejercicio de honestidad entre tanto cinismo. Los programas denominados “talk shows” o “reality shows”, son verdaderas diversiones de la atención de la opinión pública. Se entiende por diversión la acción para confundir y despistar. Es sinónimo de “entretener”, palabra empleada en TV para describir los programas de este género. Entonces, es una programación que lo obligará a mirar para otro lado, lo distraerá, lo divertirá, de los asuntos que realmente importan.
La mayoría de los ciudadanos pasan un largo día en su tedioso trabajo. Al regresar a casa y descansar, la mayoría optará por encender el televisor. En ese instante su mente pasará de “modo activo” a “modo pasivo”. Al Gore analiza este fenómeno citando Marshall McLuhan quien reconoció hace cuarenta años, que en el caso de la TV “el medio es el mensaje”.[i] El cerebro en “modo pasivo” recibirá toda la información que emitan por el aparato. Escuchará las noticias que fueron finamente editadas y mostrarán solo la información más conveniente.
De vez en cuando el ciudadano percibirá cierta incomodidad, que algo no anda bien con la información. Pero debido a su aislamiento no tendrá a nadie a su alrededor para comentar y cambiar impresiones. Enterarse de las noticias es por lo general un acto privado. La siguiente noticia llega rápidamente, el espectador se distrae y no da tiempo para procesar la información. La duda que nunca disipó, es olvidada. Esto es el “modo pasivo” en el que los ciudadanos reciben la información necesaria.
El libreto diseñado por el corporativismo privado exige que el público sea adiestrado en el “pensamiento único” (I. Ramonet). Los fundamentalistas del “capitalismo depredador” han empleado esta estrategia de lavado cerebral para el logro de sus objetivos. Los dueños del capital han creado la espiral consumista y la vorágine especuladora del sistema financiero, que hoy fagocita todos los esfuerzos de rescate internacional. Este capitalismo depredador, no se diferencia mucho de la opresión política y cultural del comunismo. El “pensamiento único” se ha convertido en una especie de totalitarismo, específicamente lo que S. Wolin denomina “totalitarismo inverso”[ii]. En castellano se entendería mejor la denominación “Fundamentalismo Capitalista Totalitario”.
El fundamentalismo defiende la doctrina capitalista en su integridad o pureza más rigurosa. Frases como “la mano invisible del mercado”, el “libre mercado”, “inversión extranjera”, se repite en labios de aquellos que ostentan el monopolio del discurso especializado, sin explicación, sin discusión. Se ha convertido en el dogma de la nueva religión: el neoliberalismo y el consumismo. Cuando se crea un dogma, la “verdad” instituida deberá ser aceptada. Al principio la religión monopolizó los conceptos dogmáticos. Aquel que dudaba acababa en la hoguera. El siglo XX moldeó la base de esta nueva religión del consumismo material y en el siglo XXI se ha profundizado el dogma. Las catedrales de las finanzas brillan con poderoso fulgor, impresionando a las incautas sociedades-fieles que alimentan con su esfuerzo el altar de dinero de invisibles obispos, los dueños del capital.
Si alguien se atreve a poner en duda el dogma neoliberalista o amenaza su validez mediante el empleo de la razón, se ven en la necesidad de neutralizarlo. Generalmente se ataca al investigador desprestigiándolo. En otros casos, judicializando la conciencia. Es una forma nueva de empleo de los métodos de represión totalitarios, alguna vez usados por la inquisición y el comunismo. En este nuevo totalitarismo aparecen los “sambenitos” verbales como “enemigos del progreso”, “antisistema” (el más torpe de todos), “socialistoide”, “eje del mal”, “guerra contra el terrorismo mundial”, “guerra contra las drogas”, Etc. La fantasía y la mentira reinan en el mundo del “Fundamentalismo Capitalista Totalitario”
¿El fin del Fundamentalismo Capitalista Totalitario?
Los acontecimientos económicos del último año han puesto en evidencia la manipulación interesada del sistema financiero y los groseros sueldos de quienes lo manejan. Los acontecimientos de las últimas semanas, han puesto en duda su validez y supervivencia. La crisis financiera aún está en desarrollo. Muchos analistas internacionales han sincerado el mensaje profetizando momentos difíciles. En el Perú, el mensaje oficial nos describe como una incólume isla económica y financiera que flota en la inmensidad de una tormenta.
El ciudadano peruano, sentado frente a su televisor se preguntará - ¿realmente podremos resistir esta crisis? ¿Será verdad tanto optimismo? – Durante ocho largos años le dijeron constantemente que el Perú está “creciendo”, que las inversiones traerían desarrollo y puestos de trabajo. Algún ministro se atrevió a decir que el Perú estaba en camino de ingresar al primer mundo y el siguiente le dijo que estaba gastando mucho y que por eso había inflación... y ahora no saben que decir. El ciudadano mirará desconcertado su TV en busca de respuestas, mirará a su preocupado cónyuge y los inocentes ojos de sus hijos, meterá la mano en el bolsillo... intentando explicarse el porqué está vacío.
La única certeza que existe es que, si no se replantean las bases del sistema económico mundial, creando un capitalismo de “rostro humano” con un mercado equilibrado y justo, es probable que el Fundamentalismo Capitalista Totalitario recobre sus fuerzas con el dinero que los gobiernos le han otorgado. Dinero que pertenece a los ciudadanos, entregado para ayudar a los ricos.
Reflexiones finales
Si, sobre la base de las preguntas que planteado al inicio del texto, Ud. Es de los que ha podido mejorar su situación económica y han mejorado su nivel de vida, permítame felicitarlo. Ud. Pertenece a una fracción de la raza humana que ha podido llenar sus expectativas personales, inmerso en el Fundamentalismo Capitalista Totalitario. Si no lo ha logrado, es parte de la mayoría de seres humanos, postergado de las comodidades materiales o de los servicios básicos que exige el verdadero derecho humano.
El gran Mahatma Gandhi dijo con sabiduría “la tierra tiene la posibilidad de alimentar a todos los seres humanos, pero no puede sostener la codicia de pocos”.
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