EL DÍA QUE TERMINÓ EL SIGLO XX
Iván Izquierdo Elliot
INTRODUCCIÓN
Cuando despuntaba el alba de aquella mañana del 17 de agosto de 1962, Peter Fechter y su amigo Helmut Kulbeik, recogían sus pocas pertenencias para culminar su plan de fuga. Los jóvenes obreros de construcción de 18 años y oriundos de Haigerloch, habían decidido abandonar el país, la República Democrática de Alemania. Hacía un año que el muro había sido construido, junto con los efectos que este traería a la Alemania del Este, la Alemania de los ideales marxistas, en donde el busto de Lenin tendría más relevancia que los milenarios héroes teutones. Para Peter y Helmut era suficiente. Habían nacido al final de la guerra y durante su niñez habían sufrido el descalabro de su Fatherland y veían con envidia el Wirstchaftswunder o Milagro Económico que disfrutaban allá, al otro lado de ese odioso muro que casi podían tocar desde el taller de carpintería en el que se escondían. Al fondo, al otro lado del corredor de la muerte podían observar el checkpoint Charlie, puerta de ingreso al distrito de Kreuzberg y a la libertad.
Todo estaba planeado. Peter y Helmut habían pasado varias semanas observando el movimiento de los guardias orientales. Habían ubicado el edificio desde el cual podrían descolgarse a otro lado del muro, y por pocos Marcos habían sobornado al dueño para que los dejase dormir allí.
- Hoy desayunamos libertad dijo Peter.
- Ja, Ja! (Si en alemán)- respondió Helmut con una sonrisa, intentando ocultar su nerviosismo.
- Vamos hombre, no te pongas nervioso. Los guardias son nuestra gente, no son rusos. Vas a ver que de unos gritos no pasan. además los norteamericanos nos cubrirán - le decía Peter intentando tranquilizarlo.
Subieron al segundo piso del edificio y se asomaron cautelosamente por la ventana entreabierta. A la izquierda a unos cincuenta metros se levantaba una torre de vigilancia. Se podía distinguir claramente a los guardias con sus fusiles AK-47. Hacia el frente y un poco a la derecha el Checkpoint Charlie. A traves de él se observaba el tránsito matutino de Berlin Occidental. Abajo de ellos comenzaba el corredor de la muerte, un amplio campo relleno de grava, arena y alambres de púas que tendrían que atravesar. Mantener la velocidad era imposible debido a los obstáculos. Tendían que saltar y agacharse indistintamente para poder atravesar el campo y llegar hasta el Checkpoint norteamericano. Su ímpetu juvenil los hacía confiar en sus fuerzas físicas y en su buena estrella.
- ¡Peter, Ya empezó el relevo de los guardias!
-¿Estas listo?
-!Ja!
Peter lanzó una corta cuerda por la ventana y Helmut empezó a bajar rápidamente por ella tal como habían acordado. Peter lo seguía de cerca. Llegaron al suelo del corredor de la muerte y no había reacción aún. En ese instante se echaron a correr como locos en dirección a las alambradas. Pasaron la primera por debajo, la segunda igual, el muro tendría que escalarse. Helmut llegó primero y empezó a subir por la reja de metal, sentía como el alambre de púas le desgarraba la piel de las manos, pero no sentía dolor. Peter, casi a su lado subía frenéticamente también. De pronto empezaron a escuchar gritos desde los altoparlantes, ¡Achtun, achtun, deténganse donde están o se abrirá fuego! Los guardias norteamericanos empezaron a movilizarse al escuchar las advertencias. Desde la torre un vigía norteamericano avisaba: “allí al nor-este, dos jóvenes están subiendo el muro”. Helmut ya casi llegaba hasta la alambrada que coronaba el muro, de pronto se escucharon disparos. Peter sintió como le salpicaba concreto en la cara. La primera bala cayó muy cerca. Con el segundo disparo sintió fuego entrándole en la cadera. No podía creerlo, le habían disparado. Los alemanes, sus compatriotas, le disparaban a discreción. Peter no soportó el intenso dolor. Las piernas le flaqueaban. Cayó pesadamente sobre al suelo. Los norteamericanos no podían hacer nada. Retornar el fuego sería un acto de guerra. Helmut fue ayudado por los transeúntes que pasaban cerca al muro. Ya estaban acostumbrados a aquellas fugas y actuaban con solidaridad ante el peligro de sus hermanos. Helmut les avisó que Peter estaba al otro lado del muro. Los ciudadanos quisieron ayudarlo, pero los soldados norteamericanos ya les cerraban el paso. La situación era muy volátil y podría terminar con mas ciudadanos muertos o heridos. Peter yacía de costado gritando por ayuda. Los frustrados transeúntes occidentales gritaban a los guardias orientales: ¡asesinos, asesino, asesinos! Opacando los cada vez más débiles gritos de Peter. Helmut Kulbeik miraba la agonía de su amigo. No había palabra o acto de sus compatriotas que lo sujetaban, que pudiese aplacar su angustia. Su sueño resultaba ahora muy caro.
Una hora más tarde Peter Fechter moría desangrado soñando con la libertad que sus 18 años reclamaba y que nadie pudo hacer realidad por el miedo que envolvía a una sociedad, separada por un muro y una ideología.
CRONOLOGÍA DE UNA PARED
El 12 de Septiembre de 1944, el acuerdo firmado por Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética, conocido como el Protocolo de Londres, al que más tarde fue incluida Francia, las potencias acuerdan a futuro, crear las zonas de ocupación y los principios de administración conjunta de las cuatro zonas en las que se separó Berlín.
El 2 de Agosto, se firmó el acuerdo de Postdam por el cual se establece formalmente estas cuatro zonas en Berlín.
Desde el 18 de Junio de 1948 hasta el 4 de Mayo de 1949, la Unión Soviética bloquea todas las rutas de acceso a las zonas occidentales. Los aliados inician el puente aéreo de Berlin para abastecer a la ciudad.
El 23 de Mayo de 1949, se crea la República Federal de Alemania (RFA) fundada en el modelo capitalista del oeste y en una “Soziale Marktwirtschaft” o economía social de mercado en alemán. El 27 de Noviembre de ese mismo año se crea la República Democrática de Alemania (RDA).
Al principio, los ciudadanos de Berlín podían moverse libremente entre los cuatro sectores, pero al iniciarse la Guerra Fría se empezaron a restringir los movimientos. En el 26 de Mayo de 1952 los alemanes vieron como Alemania era dividida con una frontera cerrada al tránsito. Las tensiones entre trabajadores de la construcción y el gobierno de la RDA se intensificaban, pero los tanques del Ejército Rojo acabó con las manifestaciones. Sin embargo, el tránsito entre los dos sectores de Berlín aún continuaban pero con cada vez mayores restricciones. El Gobierno de la RDA impuso la necesidad a sus ciudadanos, de permisos especiales para poder viajar al lado occidental. Los residentes de Berlín oriental abandonaban sus casas y trabajos debido a que las condiciones de vida se endurecían cada vez más. Para la mayoría de la población, el occidente representaba una vida mejor. Aquellos que diariamente migraban a Berlín occidental eran llamados “Grenzgänger”- frecuentemente debido a las oportunidades lucrativas relacionadas con la reconstrucción de la Europa Occidental animadas por el Plan Marshall. En 1957, abandonar Berlín oriental sin permiso significaba una pena de prisión de hasta tres años.
Pero la ola de emigración no se detenía. Eso ponía en peligro la supervivencia de la magra economía de la Alemania Oriental. El líder alemán Walter Ulbricht pidió autorización al líder Soviético Nikita Khrushchev para realizar la construcción de la barrera que dividiría a Berlín por 28 años.
La mañana del domingo 13 de Agosto de 1961, las tropas orientales sellaban la zona que dividía la ciudad, vigilando el trabajo de los constructores. Al principio, el muro era solo una barrera de alambres de púas en su mayoría, para luego ser tapiada con concreto. La barrera dividía la ciudad y encerraba por completo a la zona occidental de Berlín. Cualquier intento de escape podría ser repelido por la fuerza. Adicionalmente, la frontera entre las dos alemanias fue cerrada con rejas, paredes, campos minados y otros dispositivos de vigilancia.
De la noche a la mañana familias enteras se vieron separadas. Muchos Berlineses del este fueron impedidos de ir a sus trabajos y en busca de las oportunidades de mejoramiento del oeste. Berlín occidental se convirtió en un enclave aislado en una tierra hostil. Muchos Berlinenses occidentales, junto con el alcalde Willy Brandt criticaron la falta de respuesta Norteamericana. Occidente parecía haber abandonado a Berlin.
El 26 de Junio de 1963 el presidente John F. Kennedy visitó Berlín. Estados Unidos empezaba una política solidaria con el pueblo berlinés. En un famoso discurso que la historia transcribe constantemente, Kennedy dijo:
“Todos los hombres libres, sin importar donde vivan, son ciudadanos de Berlín, por consiguiente, como hombre libre, me siento orgulloso de decir “Ich bin ein Berliner”
(Discurso de John F. Kennedy en el Rudolph Wilde Platz el 26 de Junio de 1963)
La delicada situación de la Guerra Fría había producido una serie de desencuentros y entendimientos entre Estados Unidos y la Unión Soviética, pero a la llegada de la era Reagan, la temperatura de la Guerra Fría empezó a subir. El presidente Ronald Reagan inició una escalada armamentista que incluyó el desarrollo de un programa balística espacial conocido como la Guerra de las Galaxias. La lógica de Reagan era ésta: si los soviéticos intentaran mantener el ritmo del armamentismo entonces su economía colapsaría. En la práctica la teoría funcionó.
El 12 de Junio de 1987, Ronald Reagan visitó el muro de Berlín. En una significativa ceremonia enmarcada por la puerta de Brandemburgo, el presidente de los Estados Unidos, a sabiendas de la difícil situación económica por la que empezaba a transitar la Unión Soviética, hizo el siguiente llamado al Secretario general Mikhail Gorbachev:
“Hay un signo que los soviéticos pueden realizar y que sería inconfundible, y que ayudaría a avanzar en la causa de la libertad y la paz. Secretario General Gorbachev, si Ud. busca la paz, si Ud. busca prosperidad para la Unión Soviética y la Europa del Este, si Ud. busca liberalización: ¡venga aquí a esta puerta! ¡Sr. Gorbachev, abra esta puerta! ¡Sr. Gorbachev, tire abajo esta pared!”
El principio del fin se acercaba para el Muro de la Vergüenza como algunos lo llamaban. El comunismo parecía debilitarse por todos los frentes.
A los dos años de la visita de Reagan, el 23 de Agosto de 1989, el gobierno de Hungría quitó las restricciones fronterizas con Austria. En septiembre, 13 mil turistas alemanes en Hungría escaparon hacia Austria y hacia su libertad. En el otoño de ese año empezaron movilizaciones masivas en contra del gobierno.
En Enero de ese mismo año, Erich Honecker había predicho de que el muro “estaría allí por cien años más” si las condiciones que lo levantaron no cambian. Honecker renunció a su largo liderazgo de la RDA el 18 de octubre de 1989 y fue reemplazado por Egon Krenz unos días mas tarde. El nuevo gobierno permitiría a los ciudadanos orientales visitar el oeste con nuevas visas. Cuando se anunció la decisión, fue la labor del ministro de propaganda Günther Schabowski dar la noticia. Había estado de vacaciones desde antes de la decisión por lo que no estaba perfectamente enterado de los hechos.
Durante una conferencia de prensa el jueves 9 de Noviembre, a Schabowski le alcanzaron una nota que decía que los berlineses del este serían autorizados a cruzar la frontera con el permiso respectivo. Al ser interrogado sobre cuando sería la medida puesta en ejecución, el respondió: “hasta donde sé, se hace efectiva inmediatamente, en este momento.” Por supuesto, el plan era iniciar el expendio de visas y avisar a los guardias al día siguiente.
Miles de alemanes del este que vieron por televisión en vivo las declaraciones de Schabowski se apresuraron a las calles y caminaron como una gran marea humana hacia los puntos de chequeo. Los guardias no sabían que hacer. No estaban preparados para repelerlos ya que eran muy pocos y tampoco deseaban abrir fuego indiscriminadamente. Los ciudadanos que llegaron primero reclamaron su derecho a pasar a Berlin occidental. Los guardias no tuvieron más alternativa que dejarlos pasar. “ellos han aprendido en la escuela a temerle a este día, y simplemente no supieron que hacer. De modo que no hicieron nada” expresó un berlinés a un periodista norteamericano.
(National Geographic Magazine April 1990 - Berlin Ode of Joy-Priit Vaselind)
Los extasiados berlineses del este eran recibidos por los del oeste en una atmósfera de celebración y júbilo. Herzlich willcommen!, Herzlich willcommen! (Binvenidos de corazón), gritaba la gente y le regalaba flores a los visitantes. La noche del viernes en el corazón comercial de Berlín Occidental, el Kurfürstendamm, rebalsaba de adrenalina. Era la fiesta callejera mas grande, la mas dulce reunión familiar en la historia alemana. Las campanas de las iglesias que permanecieron silenciosas en 1945 ahora plañían desvergonzadamente una victoria. En una reunión en la plaza central, los políticos ya gritaban “por un Berlín unificado” Las masas se movían joviales por todo el Kurfürstendamm, vaciando botellas, abrazando a todo extraño, cantando Gloria, Gloria aleluya, ¡el Muro es Kaput!
(National Geographic Magazine April 1990 - Berlin Ode of Joy-Priit Vaselind)
Casi perdidos en la confusión estaban Stephen Rompf y su novia Katrin Schöne, quienes estaban parados sombriamente y casi sin hablar. Acababan de llegar del Este. “El muro ya no tiene la misma fuerza de antes” finalmente dijo Katrin suavemente. “Es increíble. Por años ha definido nuestros límites, y nuestros pensamientos.”
Stephen miró hacia arriba. “Yo trabajé aquí como guardia de frontera” agregó, “en este punto. No lo se... por años eres educado de una manera, y de pronto ya no es lo correcto.” Movió su cabeza. “despacio, despacio, por favor” le pidió a nadie en particular.
Los efectos de los hechos de Berlín se empezaban a sentir por toda Europa del Este. Hungría y Polonia ya habían lanzado valientes reformas para liberarse del yugo comunista. Los Checos tomaban las calles de Praga deponiendo a sus líderes. En pocas semanas votarían en elecciones libres. En Bulgaria el largamente jefe del partido Theodor Zhivkov fue forzado a huir y vigilias de velas asustaban a los remanentes del partido en las cámaras. En Rumania Nicolás Ceausescu inició una sangrienta represión que culminó en su arresto y ejecución.
En Berlin oriental y Leipzig, manifestaciones organizadas por el principal grupo de oposición “Nuevo Forum”, mantuvo presión sobre el agonizante régimen comunista. Por un edicto del pueblo, en lo que fue una virtual democracia de las calles, las instituciones gobernantes de la RDA fueron forzadas a renunciar. Renunció el politburó entero, incluyendo al líder del partido Egon Krenz. La temida policía secreta la Stasi, fue tomada por asalto. El depuesto líder Erich Honecker, que había había sido el abuelo de la nación por 18 largos años. Mas tarde sería arrestado por corrupción y abuso del poder. La verdad no tardó en salir a la luz. La elite partidaria había vivido en secreto con lujos, en villas privadas con piscinas y ropa de exclusivos diseñadotes. Junto con el Muro, se demolía la leyenda de la honestidad de los líderes comunistas.
Sin embargo el Muro había separado a hermanos, padres e hijos, obreros, soldados, vecinos, equipos de fútbol. Cuando las puertas se abrieron, ambos gobiernos se quedaron sorprendidos al hallar a una nación Alemana intacta.
El resto del mundo también miraba sorprendido los eventos que eran transmitidos en vivo por la televisión. Lo imposible se convirtió en algo posible. El comunismo colapsaba bajo su propio peso y Alemania volvía a ser una sola. Se empezaron a tejer todo tipo de conjeturas, pero nadie podía avizorar que nos hallábamos ante un punto de inflexión histórico. Toda una era finalizaba. Los fantasmas de la antigua eran exorcizados, nuevos aparecerían, pero ante todo, finalizaba la historia del Siglo XX aunque los calendarios no estuvieran de acuerdo.
WIRTSCHAFTSWUNDER
Alemania Occidental se levantó de la debacle de la Segunda Guerra Mundial para convertirse en solo tres décadas en la fuerza económica más poderosa de Europa gracias a el ahora famoso Wirtschaftswunder o “milagro económico”, abonado por el Plan Marshall y también gracias a una característica impresa en el carácter alemán: el orgullo.
“Encuentro muchas de las raices del fenómeno de Alemania Occidental, incluida una impresionante estabilidad política; un movimiento laboral cooperativo; una calma social; la naturaleza industriosa del pueblo Alemán.”
(John Putnam - National Geographic Magazine Agosto 1977 - West Germany: Continuing Miracle)
Curiosamente, los alemanes también reconocen que mucho del éxito lo deben a la inmigración. Miles de “Trabajadores invitados” o Gastarbeiter ocuparon los puestos de trabajo que muchos alemanes nunca quisieron ocupar: el último escalón de la escalera productiva. En ciudades como Frankfurt u Offenbach representan el 20 por ciento de la población. Ellos son los que han llevado la carga pesada, no solo en trabajos como lavadores de platos, barrenderos, recogedores de basura, sino también en los tediosos trabajos en las líneas de producción, la construcción, etc.
Otro aspecto que ha contribuido al “milagro económico” han sido las instituciones que labraron los alemanes desde el inicio de la reconstrucción del país. Primeramente crearon una federación con solo 16 sindicatos, libres de ataduras religiosas o políticas. Organizaron dispositivos para la resolución de conflictos llamados Consejos de trabajo, a nivel de las empresas y Tribunales de Trabajo especiales para asuntos que no podrían resolver los Consejos de Trabajo. Se acordó que no se podría llamar a la huega si es que no se contaba con la aprobación de los dos tercios de los trabajadores involucrados. Asimismo, determinaron la política del “Mitbertimmung” - es decir la codeterminación por la que se colocaría a representante de los trabajadores en los directorios de supervisión de las grandes corporaciones. En opinión del banquero alemán Ludwig Rosenberg era “una original solución alemana. La meta era lograr estabilidad.”
(John Putnam - National Geographic Magazine Agosto 1977 - West Germany: Continuing Miracle)
Pero luego de disipados los vapores de la reunificación, Alemania se encontró con la enorme tarea de estabilizar la ruinosa economía de la ex RFA. Grandes sumas de dinero se destinaron para privatizar y a solventar las empresas estatales Alemanas orientales. La Alemania de hoy aun sufre las consecuencias de la unificación. Las tasas de desempleo que están sobre el 10 por ciento reflejan esta crisis, aunque no podemos compararla con la de nuestro país. Berlin, la ciudad que supuso un despegue acelerado con la reunificación, se encuentra hoy en día casi en la bancarrota. El ingreso per capita es uno de los más bajos de todas las ciudades europeas. La economía se ha encogido 10% en la última década y la deuda pública de la ciudad asciende a 80 millones de Euros, mas que la de Perú, Ecuador y Guatemala juntos. Su popular y fiestero alcalde, Klaus Wowereit, le ha llamado a Berlín una ciudad “Pobre pero Sexi”.
(Newsweek Sep 18 2006 - Poor but Sexi - Stephan Theil)
Sin embargo, esta situación ha producido una contracción de los servicios que ofrece Berlin. Los hoteles son los más baratos de la región, por lo que Berlín se ha convertido en una capital del turismo juvenil, “mochilero” como lo llamaríamos acá, y ha sobrepasado como destino turístico preferencial a ciudades como Barcelona y Roma. Está en tercer puesto solo detrás de Londres y París. Las oportunidades para iniciar negocios y empresas también han mejorado, así como que se está convirtiendo en terreno fecundo para artistas. Por eso muchos analistas pueden avizorar a Berlín como una metrópolis en vías de ser una de las mas importantes de Europa.
CAMINO A UNA NUEVA EUROPA Y UN NUEVO MUNDO
El 3 de Octubre de 1990 es la fecha que oficialmente marca la reunificación de Alemania y marca el inicio de las consecuencias que ha traído consigo.
En ese período de tiempo el mundo vio el estallido interno que sufrió la Unión Soviética y posterior desintegración. El final del Pacto de Varsovia y el inicio de la guerra en la exYugoslavia.
La Guerra Fría llegaba a si final y el orden mundial cambiaba de un mundo bipolar a uno unipolar colocando a los Estados Unidos como única potencia hegemónica en el orbe. La primera acción de Estados Unidos fue la de reunir a 28 naciones alrededor de su liderazgo para expulsar a las tropas Iraquíes de territorio Kuwaití. La Guerra del Golfo marcó el inicio de una nueva era en las relaciones con el Medio Oriente y el mundo musulmán, para bien o para mal.
Japón y Alemania iniciaron una serie de movimientos políticos reivindicativos dada su condición de potencias económicas. No solo les bastaba ser parte del Grupo de los Siete, además buscan su inclusión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Buscan el poder de veto que les daría este estatus en una de las organizaciones políticas mas representativas del planeta. El movimiento de los Países no Alineados (108 países) reunidos en Indonesia en septiembre de 1992, manifestó su preocupación por la inclusión de estos países en el Consejo de Seguridad.
La aparición de mega-bloques políticos y económicos como el NAFTA, que agrupa a Estados Unidos, Canadá y México, sorprendió a los países de América del Sur los mismos que a su vez crearon el MERCOSUR. Otros mega-bloques se han formado en el Asia y en Oriente Medio.
Las Naciones Unidas están logrado un rol cada vez más protagónico, a través del Consejo de Seguridad, en la resolución de conflictos regionales con la consecuente aumento del número de tropas en las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz. Estas fuerzas están cada vez mas, siendo conformadas por miembros de los países en vías de desarrollo. La razón podría ser que existe mucha presión por parte de la opinión pública del primer mundo para que no se envíe a sus hijos a las zonas de conflicto.
Europa concluyó el inicio de la formación de su propio mega-bloque llamado la Unión Europea. El tratado de Maastrich firmado el 9-10 de Diciembre de 1991, agrupando inicialmente a 12 paises (Portugal, España, Francia, Irlanda, Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Gran Bretaña, Dinamarca, Italia y Grecia). Mas tarde se anexaron Chipre, Suecia, Austria, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría. Están en la lista de espera: Bulgaria, Croacia, Macedonia, Rumania y Turquía.
El 1 de Enero de 1999 entró en vigor la nueva moneda, el Euro. Solo cuatro países no firmaron el acuerdo, Grecia, Gran Bretaña, Dinamarca y Suecia, quienes siguen empleando sus propias monedas.
Pero la formación de la Unión Europea no ha creado automáticamente una identidad “Europea”. La diversidad de culturas e idiomas hace muy difícil pensar en la aparición espontánea de una “Cultura europea”.
Una metáfora usualmente empleada en Europa dice que son como un “Bouquet de fleurs” (Fr. ramo de flores), juntos son hermosos. Pero una rosa sigue siendo una rosa y un tulipán sigue siendo un tulipán. Y sienten que esto debe ser preservado. Europa ha conseguido desarrollar un sentido de tolerancia, quizá debido a las larga historia de conflictos que ha asolado al continente. Son tolerantes entre sus países miembros, pero han demostrado que no han podido liberarse de ciertas actitudes de desprecio hacia los inmigrantes. Pero Europa mira hacia Europa y una de las formas en las que podrían conseguir aquella identidad que buscan ha surgido de una de las propuestas mas sugestivas, popularizada por el pensador alemán Jurgen Habermas.
“En una democracia liberal, los ciudadanos deben ser leales y sentirse identificados no con una identidad cultural común, sino con principios constitucionales que garanticen plenamente sus derechos y libertades”.
Esta propuesta es especialmente interesante. Coincide con lo mejor de la tradición liberal y tolerante de Europa, y se aparta del nacionalismo étnico. Esta propuesta debe ser estudiada a fondo por las naciones Latinoamericanas que sufren de un problema de identidad similiar y el cual no puede ser canalizado por una identidad cultural común a excepción del idioma.
CONCLUSIONES
Varios aspectos de la historia de los últimos 17 años nos puede servir para reflexionar:
1.En el campo político, el paso de un mundo bipolar a uno unipolar, significa un cambio en la situación mundial de la siguiente manera.
A.Bipolar:Alta confrontación baja inestabilidad.
B.Unipolar: Baja confrontación alta inestabilidad
Esto se explica por la aparición de muchos conflictos bélicos regionales, los cuales no son la amenaza apocalíptica que la Guerra Fría trajo consigo. Es decir, esos conflictos regionales no constituyen una amenaza global en sus efectos bélicos.
2.En el campo económico, el comercio multilateral que floreció bajo el sistema del mundo bipolar, ha evolucionado hacia una relación de bloques o regionalismo económico. El concepto de soberanía no es relevante en el mundo de los altos intereses económicos, debido a que cada Estado ya no posee la capacidad de sobrevivir solo. Esto ha traído como consecuencia la aparición de Economías de Conjunto.
3. En el campo militar, se observó una disminución del gasto militar mundial los primeros años que siguieron a la caída del Muro de Berlín. Se observará una reducción drástica de las armas de largo alcance y de destrucción masiva en los países desarrollados, pero aparecerán nuevos actores intentando desarrollar este tipo de armas. Pero el gasto militar empieza a aumentar a nivel mundial en el área de las armas convencionales de alta tecnología.
4. En el campo psicosocial, se está gestando la mayor amenaza para la paz a través de la pobreza, de las discriminaciones étnicas, del nacionalismo exacerbado, del radicalismo religioso, el terrorismo, el narcotráfico y de las condiciones del medioambiente, mas que de cuestiones políticas.
EPÍLOGO
A los pocos meses de la reunificación los representantes de Volkswagen ya se encontraban en la ex RDA negociando un acuerdo para fabricar automóviles con la Trabant, médicos de Alemania Occidental consideraban presentarse en puestos de la Alemania Oriental y tres chiquillos de la calle habían pintado los primeros graffiti en el lado oriental del muro. “Gorbi te queremos”. Las heridas han empezado a sanar pero no podemos olvidar la sabiduría de las personas comunes y corrientes. Priit Vesilind, periodista del Nacional Geographic no puede olvidar a Gertrude Scholtze, una abuela que vino del este atravesando el Postdamer Platz el 11 de Noviembre de 1989 con su esposo Johannes. Como personas jubiladas, podían visitar Berlín Occidental con cierta frecuencia, pero deseaban saborear el simbólico momento de la reunificación.
“Hace pocas semanas nuestros guardias me arrestaron porque tenía 30 marcos occidentales en mi cartera cuando intentaba cruzar la frontera. Me llevaron a un cuarto y me interrogaron. Yo estaba llorando. Yo solo deseaba conseguir un poco de fruta fresca para mi esposo que estaba en el hospital. Después de una hora me desmayé y ellos me dejaron ir. Pero... otras personas han tenido problemas mayores.”
Ella se irguió, con los ojos brillantes y dijo: “!Recuerde, un corazón que nunca ha sufrido es un corazón que nunca va a cantar!”
(National Geographic Magazine April 1990 - Berlin Ode of Joy-Priit Vaselind)
En el Perú podríamos aprender algo de las lecciones de Gertrude Scholtze y de su natal Alemania y el sufrimiento que ha impreso su huella en el alma. Las bendiciones de un territorio rico en recursos y un clima mas que benigno nos hecha en cara mas de una oportunidad perdida por el bien de nuestro desarrollo. Somos una nación joven e inmadura que quiere sentirse moderna y avanzada, pero en realidad caminamos lentamente hacia esa modernidad.
El sufrimiento más útil sería reconocer nuestro errores y defectos, buscar una reconciliación de razas y culturas, y admitir nuestra dificultad para comunicarnos y encontrar objetivos comunes. Solo así podremos emprender el necesario camino al desarrollo.
INTRODUCCIÓN
Cuando despuntaba el alba de aquella mañana del 17 de agosto de 1962, Peter Fechter y su amigo Helmut Kulbeik, recogían sus pocas pertenencias para culminar su plan de fuga. Los jóvenes obreros de construcción de 18 años y oriundos de Haigerloch, habían decidido abandonar el país, la República Democrática de Alemania. Hacía un año que el muro había sido construido, junto con los efectos que este traería a la Alemania del Este, la Alemania de los ideales marxistas, en donde el busto de Lenin tendría más relevancia que los milenarios héroes teutones. Para Peter y Helmut era suficiente. Habían nacido al final de la guerra y durante su niñez habían sufrido el descalabro de su Fatherland y veían con envidia el Wirstchaftswunder o Milagro Económico que disfrutaban allá, al otro lado de ese odioso muro que casi podían tocar desde el taller de carpintería en el que se escondían. Al fondo, al otro lado del corredor de la muerte podían observar el checkpoint Charlie, puerta de ingreso al distrito de Kreuzberg y a la libertad.
Todo estaba planeado. Peter y Helmut habían pasado varias semanas observando el movimiento de los guardias orientales. Habían ubicado el edificio desde el cual podrían descolgarse a otro lado del muro, y por pocos Marcos habían sobornado al dueño para que los dejase dormir allí.
- Hoy desayunamos libertad dijo Peter.
- Ja, Ja! (Si en alemán)- respondió Helmut con una sonrisa, intentando ocultar su nerviosismo.
- Vamos hombre, no te pongas nervioso. Los guardias son nuestra gente, no son rusos. Vas a ver que de unos gritos no pasan. además los norteamericanos nos cubrirán - le decía Peter intentando tranquilizarlo.
Subieron al segundo piso del edificio y se asomaron cautelosamente por la ventana entreabierta. A la izquierda a unos cincuenta metros se levantaba una torre de vigilancia. Se podía distinguir claramente a los guardias con sus fusiles AK-47. Hacia el frente y un poco a la derecha el Checkpoint Charlie. A traves de él se observaba el tránsito matutino de Berlin Occidental. Abajo de ellos comenzaba el corredor de la muerte, un amplio campo relleno de grava, arena y alambres de púas que tendrían que atravesar. Mantener la velocidad era imposible debido a los obstáculos. Tendían que saltar y agacharse indistintamente para poder atravesar el campo y llegar hasta el Checkpoint norteamericano. Su ímpetu juvenil los hacía confiar en sus fuerzas físicas y en su buena estrella.
- ¡Peter, Ya empezó el relevo de los guardias!
-¿Estas listo?
-!Ja!
Peter lanzó una corta cuerda por la ventana y Helmut empezó a bajar rápidamente por ella tal como habían acordado. Peter lo seguía de cerca. Llegaron al suelo del corredor de la muerte y no había reacción aún. En ese instante se echaron a correr como locos en dirección a las alambradas. Pasaron la primera por debajo, la segunda igual, el muro tendría que escalarse. Helmut llegó primero y empezó a subir por la reja de metal, sentía como el alambre de púas le desgarraba la piel de las manos, pero no sentía dolor. Peter, casi a su lado subía frenéticamente también. De pronto empezaron a escuchar gritos desde los altoparlantes, ¡Achtun, achtun, deténganse donde están o se abrirá fuego! Los guardias norteamericanos empezaron a movilizarse al escuchar las advertencias. Desde la torre un vigía norteamericano avisaba: “allí al nor-este, dos jóvenes están subiendo el muro”. Helmut ya casi llegaba hasta la alambrada que coronaba el muro, de pronto se escucharon disparos. Peter sintió como le salpicaba concreto en la cara. La primera bala cayó muy cerca. Con el segundo disparo sintió fuego entrándole en la cadera. No podía creerlo, le habían disparado. Los alemanes, sus compatriotas, le disparaban a discreción. Peter no soportó el intenso dolor. Las piernas le flaqueaban. Cayó pesadamente sobre al suelo. Los norteamericanos no podían hacer nada. Retornar el fuego sería un acto de guerra. Helmut fue ayudado por los transeúntes que pasaban cerca al muro. Ya estaban acostumbrados a aquellas fugas y actuaban con solidaridad ante el peligro de sus hermanos. Helmut les avisó que Peter estaba al otro lado del muro. Los ciudadanos quisieron ayudarlo, pero los soldados norteamericanos ya les cerraban el paso. La situación era muy volátil y podría terminar con mas ciudadanos muertos o heridos. Peter yacía de costado gritando por ayuda. Los frustrados transeúntes occidentales gritaban a los guardias orientales: ¡asesinos, asesino, asesinos! Opacando los cada vez más débiles gritos de Peter. Helmut Kulbeik miraba la agonía de su amigo. No había palabra o acto de sus compatriotas que lo sujetaban, que pudiese aplacar su angustia. Su sueño resultaba ahora muy caro.
Una hora más tarde Peter Fechter moría desangrado soñando con la libertad que sus 18 años reclamaba y que nadie pudo hacer realidad por el miedo que envolvía a una sociedad, separada por un muro y una ideología.
CRONOLOGÍA DE UNA PARED
El 12 de Septiembre de 1944, el acuerdo firmado por Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética, conocido como el Protocolo de Londres, al que más tarde fue incluida Francia, las potencias acuerdan a futuro, crear las zonas de ocupación y los principios de administración conjunta de las cuatro zonas en las que se separó Berlín.
El 2 de Agosto, se firmó el acuerdo de Postdam por el cual se establece formalmente estas cuatro zonas en Berlín.
Desde el 18 de Junio de 1948 hasta el 4 de Mayo de 1949, la Unión Soviética bloquea todas las rutas de acceso a las zonas occidentales. Los aliados inician el puente aéreo de Berlin para abastecer a la ciudad.
El 23 de Mayo de 1949, se crea la República Federal de Alemania (RFA) fundada en el modelo capitalista del oeste y en una “Soziale Marktwirtschaft” o economía social de mercado en alemán. El 27 de Noviembre de ese mismo año se crea la República Democrática de Alemania (RDA).
Al principio, los ciudadanos de Berlín podían moverse libremente entre los cuatro sectores, pero al iniciarse la Guerra Fría se empezaron a restringir los movimientos. En el 26 de Mayo de 1952 los alemanes vieron como Alemania era dividida con una frontera cerrada al tránsito. Las tensiones entre trabajadores de la construcción y el gobierno de la RDA se intensificaban, pero los tanques del Ejército Rojo acabó con las manifestaciones. Sin embargo, el tránsito entre los dos sectores de Berlín aún continuaban pero con cada vez mayores restricciones. El Gobierno de la RDA impuso la necesidad a sus ciudadanos, de permisos especiales para poder viajar al lado occidental. Los residentes de Berlín oriental abandonaban sus casas y trabajos debido a que las condiciones de vida se endurecían cada vez más. Para la mayoría de la población, el occidente representaba una vida mejor. Aquellos que diariamente migraban a Berlín occidental eran llamados “Grenzgänger”- frecuentemente debido a las oportunidades lucrativas relacionadas con la reconstrucción de la Europa Occidental animadas por el Plan Marshall. En 1957, abandonar Berlín oriental sin permiso significaba una pena de prisión de hasta tres años.
Pero la ola de emigración no se detenía. Eso ponía en peligro la supervivencia de la magra economía de la Alemania Oriental. El líder alemán Walter Ulbricht pidió autorización al líder Soviético Nikita Khrushchev para realizar la construcción de la barrera que dividiría a Berlín por 28 años.
La mañana del domingo 13 de Agosto de 1961, las tropas orientales sellaban la zona que dividía la ciudad, vigilando el trabajo de los constructores. Al principio, el muro era solo una barrera de alambres de púas en su mayoría, para luego ser tapiada con concreto. La barrera dividía la ciudad y encerraba por completo a la zona occidental de Berlín. Cualquier intento de escape podría ser repelido por la fuerza. Adicionalmente, la frontera entre las dos alemanias fue cerrada con rejas, paredes, campos minados y otros dispositivos de vigilancia.
De la noche a la mañana familias enteras se vieron separadas. Muchos Berlineses del este fueron impedidos de ir a sus trabajos y en busca de las oportunidades de mejoramiento del oeste. Berlín occidental se convirtió en un enclave aislado en una tierra hostil. Muchos Berlinenses occidentales, junto con el alcalde Willy Brandt criticaron la falta de respuesta Norteamericana. Occidente parecía haber abandonado a Berlin.
El 26 de Junio de 1963 el presidente John F. Kennedy visitó Berlín. Estados Unidos empezaba una política solidaria con el pueblo berlinés. En un famoso discurso que la historia transcribe constantemente, Kennedy dijo:
“Todos los hombres libres, sin importar donde vivan, son ciudadanos de Berlín, por consiguiente, como hombre libre, me siento orgulloso de decir “Ich bin ein Berliner”
(Discurso de John F. Kennedy en el Rudolph Wilde Platz el 26 de Junio de 1963)
La delicada situación de la Guerra Fría había producido una serie de desencuentros y entendimientos entre Estados Unidos y la Unión Soviética, pero a la llegada de la era Reagan, la temperatura de la Guerra Fría empezó a subir. El presidente Ronald Reagan inició una escalada armamentista que incluyó el desarrollo de un programa balística espacial conocido como la Guerra de las Galaxias. La lógica de Reagan era ésta: si los soviéticos intentaran mantener el ritmo del armamentismo entonces su economía colapsaría. En la práctica la teoría funcionó.
El 12 de Junio de 1987, Ronald Reagan visitó el muro de Berlín. En una significativa ceremonia enmarcada por la puerta de Brandemburgo, el presidente de los Estados Unidos, a sabiendas de la difícil situación económica por la que empezaba a transitar la Unión Soviética, hizo el siguiente llamado al Secretario general Mikhail Gorbachev:
“Hay un signo que los soviéticos pueden realizar y que sería inconfundible, y que ayudaría a avanzar en la causa de la libertad y la paz. Secretario General Gorbachev, si Ud. busca la paz, si Ud. busca prosperidad para la Unión Soviética y la Europa del Este, si Ud. busca liberalización: ¡venga aquí a esta puerta! ¡Sr. Gorbachev, abra esta puerta! ¡Sr. Gorbachev, tire abajo esta pared!”
El principio del fin se acercaba para el Muro de la Vergüenza como algunos lo llamaban. El comunismo parecía debilitarse por todos los frentes.
A los dos años de la visita de Reagan, el 23 de Agosto de 1989, el gobierno de Hungría quitó las restricciones fronterizas con Austria. En septiembre, 13 mil turistas alemanes en Hungría escaparon hacia Austria y hacia su libertad. En el otoño de ese año empezaron movilizaciones masivas en contra del gobierno.
En Enero de ese mismo año, Erich Honecker había predicho de que el muro “estaría allí por cien años más” si las condiciones que lo levantaron no cambian. Honecker renunció a su largo liderazgo de la RDA el 18 de octubre de 1989 y fue reemplazado por Egon Krenz unos días mas tarde. El nuevo gobierno permitiría a los ciudadanos orientales visitar el oeste con nuevas visas. Cuando se anunció la decisión, fue la labor del ministro de propaganda Günther Schabowski dar la noticia. Había estado de vacaciones desde antes de la decisión por lo que no estaba perfectamente enterado de los hechos.
Durante una conferencia de prensa el jueves 9 de Noviembre, a Schabowski le alcanzaron una nota que decía que los berlineses del este serían autorizados a cruzar la frontera con el permiso respectivo. Al ser interrogado sobre cuando sería la medida puesta en ejecución, el respondió: “hasta donde sé, se hace efectiva inmediatamente, en este momento.” Por supuesto, el plan era iniciar el expendio de visas y avisar a los guardias al día siguiente.
Miles de alemanes del este que vieron por televisión en vivo las declaraciones de Schabowski se apresuraron a las calles y caminaron como una gran marea humana hacia los puntos de chequeo. Los guardias no sabían que hacer. No estaban preparados para repelerlos ya que eran muy pocos y tampoco deseaban abrir fuego indiscriminadamente. Los ciudadanos que llegaron primero reclamaron su derecho a pasar a Berlin occidental. Los guardias no tuvieron más alternativa que dejarlos pasar. “ellos han aprendido en la escuela a temerle a este día, y simplemente no supieron que hacer. De modo que no hicieron nada” expresó un berlinés a un periodista norteamericano.
(National Geographic Magazine April 1990 - Berlin Ode of Joy-Priit Vaselind)
Los extasiados berlineses del este eran recibidos por los del oeste en una atmósfera de celebración y júbilo. Herzlich willcommen!, Herzlich willcommen! (Binvenidos de corazón), gritaba la gente y le regalaba flores a los visitantes. La noche del viernes en el corazón comercial de Berlín Occidental, el Kurfürstendamm, rebalsaba de adrenalina. Era la fiesta callejera mas grande, la mas dulce reunión familiar en la historia alemana. Las campanas de las iglesias que permanecieron silenciosas en 1945 ahora plañían desvergonzadamente una victoria. En una reunión en la plaza central, los políticos ya gritaban “por un Berlín unificado” Las masas se movían joviales por todo el Kurfürstendamm, vaciando botellas, abrazando a todo extraño, cantando Gloria, Gloria aleluya, ¡el Muro es Kaput!
(National Geographic Magazine April 1990 - Berlin Ode of Joy-Priit Vaselind)
Casi perdidos en la confusión estaban Stephen Rompf y su novia Katrin Schöne, quienes estaban parados sombriamente y casi sin hablar. Acababan de llegar del Este. “El muro ya no tiene la misma fuerza de antes” finalmente dijo Katrin suavemente. “Es increíble. Por años ha definido nuestros límites, y nuestros pensamientos.”
Stephen miró hacia arriba. “Yo trabajé aquí como guardia de frontera” agregó, “en este punto. No lo se... por años eres educado de una manera, y de pronto ya no es lo correcto.” Movió su cabeza. “despacio, despacio, por favor” le pidió a nadie en particular.
Los efectos de los hechos de Berlín se empezaban a sentir por toda Europa del Este. Hungría y Polonia ya habían lanzado valientes reformas para liberarse del yugo comunista. Los Checos tomaban las calles de Praga deponiendo a sus líderes. En pocas semanas votarían en elecciones libres. En Bulgaria el largamente jefe del partido Theodor Zhivkov fue forzado a huir y vigilias de velas asustaban a los remanentes del partido en las cámaras. En Rumania Nicolás Ceausescu inició una sangrienta represión que culminó en su arresto y ejecución.
En Berlin oriental y Leipzig, manifestaciones organizadas por el principal grupo de oposición “Nuevo Forum”, mantuvo presión sobre el agonizante régimen comunista. Por un edicto del pueblo, en lo que fue una virtual democracia de las calles, las instituciones gobernantes de la RDA fueron forzadas a renunciar. Renunció el politburó entero, incluyendo al líder del partido Egon Krenz. La temida policía secreta la Stasi, fue tomada por asalto. El depuesto líder Erich Honecker, que había había sido el abuelo de la nación por 18 largos años. Mas tarde sería arrestado por corrupción y abuso del poder. La verdad no tardó en salir a la luz. La elite partidaria había vivido en secreto con lujos, en villas privadas con piscinas y ropa de exclusivos diseñadotes. Junto con el Muro, se demolía la leyenda de la honestidad de los líderes comunistas.
Sin embargo el Muro había separado a hermanos, padres e hijos, obreros, soldados, vecinos, equipos de fútbol. Cuando las puertas se abrieron, ambos gobiernos se quedaron sorprendidos al hallar a una nación Alemana intacta.
El resto del mundo también miraba sorprendido los eventos que eran transmitidos en vivo por la televisión. Lo imposible se convirtió en algo posible. El comunismo colapsaba bajo su propio peso y Alemania volvía a ser una sola. Se empezaron a tejer todo tipo de conjeturas, pero nadie podía avizorar que nos hallábamos ante un punto de inflexión histórico. Toda una era finalizaba. Los fantasmas de la antigua eran exorcizados, nuevos aparecerían, pero ante todo, finalizaba la historia del Siglo XX aunque los calendarios no estuvieran de acuerdo.
WIRTSCHAFTSWUNDER
Alemania Occidental se levantó de la debacle de la Segunda Guerra Mundial para convertirse en solo tres décadas en la fuerza económica más poderosa de Europa gracias a el ahora famoso Wirtschaftswunder o “milagro económico”, abonado por el Plan Marshall y también gracias a una característica impresa en el carácter alemán: el orgullo.
“Encuentro muchas de las raices del fenómeno de Alemania Occidental, incluida una impresionante estabilidad política; un movimiento laboral cooperativo; una calma social; la naturaleza industriosa del pueblo Alemán.”
(John Putnam - National Geographic Magazine Agosto 1977 - West Germany: Continuing Miracle)
Curiosamente, los alemanes también reconocen que mucho del éxito lo deben a la inmigración. Miles de “Trabajadores invitados” o Gastarbeiter ocuparon los puestos de trabajo que muchos alemanes nunca quisieron ocupar: el último escalón de la escalera productiva. En ciudades como Frankfurt u Offenbach representan el 20 por ciento de la población. Ellos son los que han llevado la carga pesada, no solo en trabajos como lavadores de platos, barrenderos, recogedores de basura, sino también en los tediosos trabajos en las líneas de producción, la construcción, etc.
Otro aspecto que ha contribuido al “milagro económico” han sido las instituciones que labraron los alemanes desde el inicio de la reconstrucción del país. Primeramente crearon una federación con solo 16 sindicatos, libres de ataduras religiosas o políticas. Organizaron dispositivos para la resolución de conflictos llamados Consejos de trabajo, a nivel de las empresas y Tribunales de Trabajo especiales para asuntos que no podrían resolver los Consejos de Trabajo. Se acordó que no se podría llamar a la huega si es que no se contaba con la aprobación de los dos tercios de los trabajadores involucrados. Asimismo, determinaron la política del “Mitbertimmung” - es decir la codeterminación por la que se colocaría a representante de los trabajadores en los directorios de supervisión de las grandes corporaciones. En opinión del banquero alemán Ludwig Rosenberg era “una original solución alemana. La meta era lograr estabilidad.”
(John Putnam - National Geographic Magazine Agosto 1977 - West Germany: Continuing Miracle)
Pero luego de disipados los vapores de la reunificación, Alemania se encontró con la enorme tarea de estabilizar la ruinosa economía de la ex RFA. Grandes sumas de dinero se destinaron para privatizar y a solventar las empresas estatales Alemanas orientales. La Alemania de hoy aun sufre las consecuencias de la unificación. Las tasas de desempleo que están sobre el 10 por ciento reflejan esta crisis, aunque no podemos compararla con la de nuestro país. Berlin, la ciudad que supuso un despegue acelerado con la reunificación, se encuentra hoy en día casi en la bancarrota. El ingreso per capita es uno de los más bajos de todas las ciudades europeas. La economía se ha encogido 10% en la última década y la deuda pública de la ciudad asciende a 80 millones de Euros, mas que la de Perú, Ecuador y Guatemala juntos. Su popular y fiestero alcalde, Klaus Wowereit, le ha llamado a Berlín una ciudad “Pobre pero Sexi”.
(Newsweek Sep 18 2006 - Poor but Sexi - Stephan Theil)
Sin embargo, esta situación ha producido una contracción de los servicios que ofrece Berlin. Los hoteles son los más baratos de la región, por lo que Berlín se ha convertido en una capital del turismo juvenil, “mochilero” como lo llamaríamos acá, y ha sobrepasado como destino turístico preferencial a ciudades como Barcelona y Roma. Está en tercer puesto solo detrás de Londres y París. Las oportunidades para iniciar negocios y empresas también han mejorado, así como que se está convirtiendo en terreno fecundo para artistas. Por eso muchos analistas pueden avizorar a Berlín como una metrópolis en vías de ser una de las mas importantes de Europa.
CAMINO A UNA NUEVA EUROPA Y UN NUEVO MUNDO
El 3 de Octubre de 1990 es la fecha que oficialmente marca la reunificación de Alemania y marca el inicio de las consecuencias que ha traído consigo.
En ese período de tiempo el mundo vio el estallido interno que sufrió la Unión Soviética y posterior desintegración. El final del Pacto de Varsovia y el inicio de la guerra en la exYugoslavia.
La Guerra Fría llegaba a si final y el orden mundial cambiaba de un mundo bipolar a uno unipolar colocando a los Estados Unidos como única potencia hegemónica en el orbe. La primera acción de Estados Unidos fue la de reunir a 28 naciones alrededor de su liderazgo para expulsar a las tropas Iraquíes de territorio Kuwaití. La Guerra del Golfo marcó el inicio de una nueva era en las relaciones con el Medio Oriente y el mundo musulmán, para bien o para mal.
Japón y Alemania iniciaron una serie de movimientos políticos reivindicativos dada su condición de potencias económicas. No solo les bastaba ser parte del Grupo de los Siete, además buscan su inclusión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Buscan el poder de veto que les daría este estatus en una de las organizaciones políticas mas representativas del planeta. El movimiento de los Países no Alineados (108 países) reunidos en Indonesia en septiembre de 1992, manifestó su preocupación por la inclusión de estos países en el Consejo de Seguridad.
La aparición de mega-bloques políticos y económicos como el NAFTA, que agrupa a Estados Unidos, Canadá y México, sorprendió a los países de América del Sur los mismos que a su vez crearon el MERCOSUR. Otros mega-bloques se han formado en el Asia y en Oriente Medio.
Las Naciones Unidas están logrado un rol cada vez más protagónico, a través del Consejo de Seguridad, en la resolución de conflictos regionales con la consecuente aumento del número de tropas en las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz. Estas fuerzas están cada vez mas, siendo conformadas por miembros de los países en vías de desarrollo. La razón podría ser que existe mucha presión por parte de la opinión pública del primer mundo para que no se envíe a sus hijos a las zonas de conflicto.
Europa concluyó el inicio de la formación de su propio mega-bloque llamado la Unión Europea. El tratado de Maastrich firmado el 9-10 de Diciembre de 1991, agrupando inicialmente a 12 paises (Portugal, España, Francia, Irlanda, Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Gran Bretaña, Dinamarca, Italia y Grecia). Mas tarde se anexaron Chipre, Suecia, Austria, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría. Están en la lista de espera: Bulgaria, Croacia, Macedonia, Rumania y Turquía.
El 1 de Enero de 1999 entró en vigor la nueva moneda, el Euro. Solo cuatro países no firmaron el acuerdo, Grecia, Gran Bretaña, Dinamarca y Suecia, quienes siguen empleando sus propias monedas.
Pero la formación de la Unión Europea no ha creado automáticamente una identidad “Europea”. La diversidad de culturas e idiomas hace muy difícil pensar en la aparición espontánea de una “Cultura europea”.
Una metáfora usualmente empleada en Europa dice que son como un “Bouquet de fleurs” (Fr. ramo de flores), juntos son hermosos. Pero una rosa sigue siendo una rosa y un tulipán sigue siendo un tulipán. Y sienten que esto debe ser preservado. Europa ha conseguido desarrollar un sentido de tolerancia, quizá debido a las larga historia de conflictos que ha asolado al continente. Son tolerantes entre sus países miembros, pero han demostrado que no han podido liberarse de ciertas actitudes de desprecio hacia los inmigrantes. Pero Europa mira hacia Europa y una de las formas en las que podrían conseguir aquella identidad que buscan ha surgido de una de las propuestas mas sugestivas, popularizada por el pensador alemán Jurgen Habermas.
“En una democracia liberal, los ciudadanos deben ser leales y sentirse identificados no con una identidad cultural común, sino con principios constitucionales que garanticen plenamente sus derechos y libertades”.
Esta propuesta es especialmente interesante. Coincide con lo mejor de la tradición liberal y tolerante de Europa, y se aparta del nacionalismo étnico. Esta propuesta debe ser estudiada a fondo por las naciones Latinoamericanas que sufren de un problema de identidad similiar y el cual no puede ser canalizado por una identidad cultural común a excepción del idioma.
CONCLUSIONES
Varios aspectos de la historia de los últimos 17 años nos puede servir para reflexionar:
1.En el campo político, el paso de un mundo bipolar a uno unipolar, significa un cambio en la situación mundial de la siguiente manera.
A.Bipolar:Alta confrontación baja inestabilidad.
B.Unipolar: Baja confrontación alta inestabilidad
Esto se explica por la aparición de muchos conflictos bélicos regionales, los cuales no son la amenaza apocalíptica que la Guerra Fría trajo consigo. Es decir, esos conflictos regionales no constituyen una amenaza global en sus efectos bélicos.
2.En el campo económico, el comercio multilateral que floreció bajo el sistema del mundo bipolar, ha evolucionado hacia una relación de bloques o regionalismo económico. El concepto de soberanía no es relevante en el mundo de los altos intereses económicos, debido a que cada Estado ya no posee la capacidad de sobrevivir solo. Esto ha traído como consecuencia la aparición de Economías de Conjunto.
3. En el campo militar, se observó una disminución del gasto militar mundial los primeros años que siguieron a la caída del Muro de Berlín. Se observará una reducción drástica de las armas de largo alcance y de destrucción masiva en los países desarrollados, pero aparecerán nuevos actores intentando desarrollar este tipo de armas. Pero el gasto militar empieza a aumentar a nivel mundial en el área de las armas convencionales de alta tecnología.
4. En el campo psicosocial, se está gestando la mayor amenaza para la paz a través de la pobreza, de las discriminaciones étnicas, del nacionalismo exacerbado, del radicalismo religioso, el terrorismo, el narcotráfico y de las condiciones del medioambiente, mas que de cuestiones políticas.
EPÍLOGO
A los pocos meses de la reunificación los representantes de Volkswagen ya se encontraban en la ex RDA negociando un acuerdo para fabricar automóviles con la Trabant, médicos de Alemania Occidental consideraban presentarse en puestos de la Alemania Oriental y tres chiquillos de la calle habían pintado los primeros graffiti en el lado oriental del muro. “Gorbi te queremos”. Las heridas han empezado a sanar pero no podemos olvidar la sabiduría de las personas comunes y corrientes. Priit Vesilind, periodista del Nacional Geographic no puede olvidar a Gertrude Scholtze, una abuela que vino del este atravesando el Postdamer Platz el 11 de Noviembre de 1989 con su esposo Johannes. Como personas jubiladas, podían visitar Berlín Occidental con cierta frecuencia, pero deseaban saborear el simbólico momento de la reunificación.
“Hace pocas semanas nuestros guardias me arrestaron porque tenía 30 marcos occidentales en mi cartera cuando intentaba cruzar la frontera. Me llevaron a un cuarto y me interrogaron. Yo estaba llorando. Yo solo deseaba conseguir un poco de fruta fresca para mi esposo que estaba en el hospital. Después de una hora me desmayé y ellos me dejaron ir. Pero... otras personas han tenido problemas mayores.”
Ella se irguió, con los ojos brillantes y dijo: “!Recuerde, un corazón que nunca ha sufrido es un corazón que nunca va a cantar!”
(National Geographic Magazine April 1990 - Berlin Ode of Joy-Priit Vaselind)
En el Perú podríamos aprender algo de las lecciones de Gertrude Scholtze y de su natal Alemania y el sufrimiento que ha impreso su huella en el alma. Las bendiciones de un territorio rico en recursos y un clima mas que benigno nos hecha en cara mas de una oportunidad perdida por el bien de nuestro desarrollo. Somos una nación joven e inmadura que quiere sentirse moderna y avanzada, pero en realidad caminamos lentamente hacia esa modernidad.
El sufrimiento más útil sería reconocer nuestro errores y defectos, buscar una reconciliación de razas y culturas, y admitir nuestra dificultad para comunicarnos y encontrar objetivos comunes. Solo así podremos emprender el necesario camino al desarrollo.
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